viernes, 8 de febrero de 2008

Un par de números más, por favor

El domingo, aprovechando que abrían el centro comercial que está al lado de mi casa, me compré unos zapatos. Os cuento: hace unos meses me compré unas botas. Las estrené, pero cuando comencé a caminar, me di cuenta de que el contrafuerte estaba roto y las fui devolver. Como no había nada que me gustara y no devolvían el dinero me hicieron un “vale”. De esto hace dos meses y no exagero si digo que cada semana me pasaba por la zapatería para ver si encontraba algo que me gustara. Por fin, el otro día encontré unos zapatos monísimos. De piel negros, con una hebilla a un lado y tacón bajo. Me los probé y me estaban justos, muy justos. Pero la dependienta me dijo: - Si te están bien de largo llévatelos porque esta piel da de sí muchísimo. Una compra gafada, sin duda.

Ingenua de mí le hice caso y me fui a mi casa con unos zapatos que me entraban a duras penas. Me los puse por mi casa con calcetín gordo para que se ensancharan un poco y ayer los tuve puestos mientras veía Supervivientes. -Creo que ya están listos para usarse-, me dije. Así que esta mañana, ni corta ni perezosa, me he puesto una medias finas y me los he calzado. No ha hecho falta más trayecto que el que separa mi casa de la de mis padres para darme cuenta de la estupidez que había hecho. Pero ya no tenía remedio, perdía el tren y llegaba tarde a trabajar.

Qué imagen lastimosa he tenido que dar por la calle y andenes del metro... La gente me miraba primero a la cara y luego a los pies. Y es que era tal el dolor que mi dignidad y coquetería han tirada la toalla, han perdido la batalla contra mi cuerpo, haciéndome andar como Chiquito de la Calzada escocido.

Cuando salía del metro estaba hasta mareada, os lo juro. Me daban ganas de descalzarme pero hacía mucho frío y no era plan. Me he encontrado con una compañera que se ha compadecido de mí y me ha acompañado en el calvario que ha supuesto para mí los escasos 150 metros que separan la boca del metro de mi oficina. Al fin y al cabo andar de esta manera tan ridícula con una persona al lado parece que se lleva mejor.

He llegado por fin a mi sitio y como si estuviera en el salón de mi casa me he quitado los zapatos, los he lanzados con rabia contra un armario y aún ahora, mientras escribo esto, sigo pisando moqueta y feliz como una perdiz. Lo malo va a ser la vuelta... Pero bueno, para esto todavía me quedan cuatro horitas... Ya os contaré como llegaré hoy a mi casa...

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Ufffff..... que mla trago. Yo necesito tener los pies bien cómodos debido a una operación y cuando noto que el zapato me va pequeño lo paso fatal. Desde luego, el engaño que hacen algunas vendedoras para que piquemos....

Suerte en tu vuelta a casa.

Biquiños.

Ana dijo...

Jejeje...que putada ( perdón por la expresión), la vendedora esa si que sabía vender,eh?

Espero que consigas llegar a casa con los dos piés, creo que yo iría descalza...

Besos guapa

Kyra dijo...

Precisamente me compre hace como tres mese unos zapatos, los guarde un mes para estrenarlos en la graduacion de la maestria y cuando me los puse resulto que me quedaban apretados, al principio no se sentia tanto pero a los 2 mins empezaba el suplicio.

No me los volvia a poner, pero me gustaban tanto los desgraciados que antier recorde que mi mamá solia ponerles alcohol y andar con ellos un rato para ansancharlos.

Pues moje unos calcetines con alcohol y me los puse con los zapatos, estuve como hora y media con ellos y funciono!! ayer me los puse muy agusto :)

jejeje si no les tienes tanto odio puedes intentar rescatarlos

Thedarksunrise dijo...

Querida Amayya: qué mal rato hija. Estoy deseando que nos cuentes cómo llegaste a casa. Como a mí me ha pasado eso más de una vez, siempre llevo en el maletero del coche un recambio para los pies. En su defecto, hubiese hecho como Ana: ir descalza. Y si alguien me pregunta le digo que estoy empezando ya con la penitencia de la Semana Santa, que tengo mucho que purgarme. Prueba el consejo de Kyra, yo lo haré cuando me vea en la situación :) Besissss

Angélica dijo...

Mohikana, te pasa como a mí. Yo tengo 4 operaciones en el tobillo y tengo que ir cómoda, si no... muero!! pero hija, me empeñé...

Ana, me lo pensé, pero hacía mucho frío y llevaba una media finita, finita... si hubiese llevado calcetines otro gallo habría cantado.

Kyra, no sabía esto del alcohol! De todas formas ya los he llevado a la horma... a ver si se dan un poquito de si...

TheDark... no lo sabes bien. Tenía sudores fríos... jajajaja ahora os cuento cómo llegué... que no tiene desperdicio.

Thedarksunrise dijo...

Niña, cuéntanos cómo llegaste que nos tienes intrigadas!! Besisss